Dios, la esencia de la inteligencia.
El texto puede dividirse en varias partes según su temática. Tanto el primer como el segundo párrafo hablan de la comparación entre Dios y el hombre. Definen a Dios como un ser totalmente distinto del hombre, son todo lo contrario, Dios es absolutamente todo lo bueno y el hombre todo lo malo. Pero el hombre objetiva en la religión su propio ser secreto, es decir, es una discordia entre el hombre y su propio ser. Y el resto del texto es eso mismo lo que relata, de ese ser que es la inteligencia, que no sabe nada de sentimientos ni del corazón. Es incorruptible, objetiva, carece de contradicciones y es, finalmente, la conciencia de la ley y por lo tanto, sólo por medio de la inteligencia el hombre puede opinar, juzgar y obrar en contra de sus sentimientos personales.