Siempre con algo en la cabeza

Albert nace en Mondovi en 1913 y es considerado uno de los más importantes literarios de la posguerra francesa. Es a partir de una experiencia desgarradora tal como la Segunda Guerra Mundial por la que expresa su visión del absurdo del destino humano, de los elementos absurdos de la existencia de la humanidad. Es en el texto "El Mito de Sísifo" en el que resalta el único y gran problema que hay, y es pensar si la vida vale o no vale la pena vivirla. Habla de la rutina como un inconveniente, pues cuando seguimos una rutina nos cansamos y nos preguntamos para qué sirve siempre hacer lo mismo y esforzarse por las cosas, estas rutinas solo pueden desencadenar dos cosas: el suicidio o el restablecimiento y no es otra cosa sino la inquietud lo que origina todo esto. La inquietud de qué pasará en el futuro si hago esto o hago lo otro, la inquietud de lo que pasará mañana como consecuencia de nuestros actos.

Nietzsche nace en 1844 cerca de Leipzig y estudia filología clásica en Bonn y Leipzig. Piensa que las personas sentimos una profunda insatisfacción que normalmente experimentamos frente a la realidad, experiencias insoportables tales como el sufrimiento, el dolor o la enfermedad. En el fragmento de "El loco" nos expone un tema tal como la búsqueda de Dios. Están por una parte los que creen en él y por otra los que no, los que no creen símplemente se ríen hasta que uno de los creyentes asalta con su verdad y dice que han sido ellos mismos quienes lo han matado con sus malos actos. Ahora solo queda aceptarlo y declarar al mundo la muerte de Dios, pues desde ese momento las iglesias se convirtieron en tumbas y panteones en los que adorarlo.

Sigmund Freud nace en Freiberg en 1856, estudia medicina en Viena y se especializa en neurología. En París estudia la curación de la histeria por medio de la hipnosis, pero llega a la conclusión de que este método no es suficiente y empieza a utilizar el de asociaciones libres de ideas. Él piensa que la estructura psíquica humana está compuesta de niveles psíquicos, en concreto tres: El ello, El super-yo y El yo. En el texto de "El porvenir de la ilusión" Freud hace una pequeña introducción de las ideas religiosas, ideas que como bien dice son ilusiones, deseos antiguos y apremiantes de la humanidad. El origen de las ideas religiosas surge desde que somos pequeños, desde que tenemos la necesidad de sentirnos protegidos, en este caso por la figura paterna. Esto llevó a cabo que el hombre creyera la existencia de un padre inmortal aún más poderoso, Dios. Y es esta creencia de la existencia la que amplía los límites temporales y espaciales en los que deben cumplirse los deseos